British Shorthair

El British Shorthair es una de las más razas de gatos más antiguas de Europa. Su origen viene de cruces entre los gatos que llegaron a Britania con los romanos y los gatos nativos de la isla, hace más de dos mil años. A finales del siglo XIX, se perfila la raza British Shorthair haciendo cruzas entre los gatos callejeros más bonitos.

El resultado es un gato más bien grande, con un cuerpo fuerte, compacto y musculoso, una espalda ancha (al igual que su lomo, tórax y cuello) y una cola corta, aunque proporcionada. Sus patas, cortas, robustas y potentes, terminan en unos redondos pies.

En su ancha y redonda cabeza podemos ver un hocico corto, recto y ancho, y unos ojos, grandes y redondos, de color cobre o naranja. Su corto pelaje no está adherido al cuerpo, y es más denso y sedoso que el de un gato común de pelo corto. El color más conocido del manto de los British Shorthair es el azul (British Blue), aunque pueden presentarse todos los colores uniformes, bicolores, tricolores y atigrados.

El carácter de esta raza es tranquilo, hogareño y familiar. No llegan a ser gatos empalagosos y/o pegajosos, pero sí disfrutan de la compañía de sus dueños. En sus orígenes eran excelente cazadores, y aún hoy siguen manteniendo ese instinto cazador.

Gatos Negros

En los países europeos, el gato negro siempre ha estado marcado por una vieja superstición que se remonta a la Edad Media. Esta superstición se remonta hasta nuestros días, en los que ver un gato negro es para muchos un mal presagio. Pero, desgraciadamente, el gato ha sido la principal víctima de esta superstición, con resultados para él a veces trágico.

Pero el origen de la leyenda que dice que los gatos negros representan al maligno, no es por culpa de los propios gatos. Al principio, el gato era un felino salvaje. En Europa, el gato montés de Eurasia estaba muy difundido. Sus ojos verde dorado le llevaron a ser perseguidos en la Edad Media, al igual que los hombres que tenían ojos verdes o cabellos rojizos, signos (según se pensaba en esa época) de relación con el diablo.

Sin embargo, en lugar de ser adulado, en Europa el gato negro fue relacionado por la Iglesia a creencias diabólicas. Desde la Edad Media, la Inquisición y la Iglesia persiguieron al gato negro, asociándolo con las brujas. La iglesia quería luchar contra los ritos paganos, muy arraigados en la gente, y se inventó la imagen de que el gato era demoníaco. Para la iglesia, simbolizaban el mundo de las tinieblas que alejaba al buen cristiano del camino recto. Difundían que participaba en aquelarres y que era la representación perfecta de Satanás.

En 1561, un proceso acusaba a las mujeres de transformarse en gatas para seguir realizando aquelarres. Estos procesos acababan siempre con la muerte de las acusadas pero también con la de los pobres animales, que eran juzgados como personas.

En Europa, es sobre el S.XVIII que las mentalidades comienzan a evolucionar, aunque lentamente. Esta evolución se debió, sin lugar a dudas, a la importación de Oriente de gatos Angora y gatos Persas. En 1765, se funda la primera escuela veterinaria, una revolución enorme ya que la idea de cuidar a un animal es completamente nueva. El estudio del mundo animal señala el fin de varios siglos de oscurantismo en el que los gatos negros fueron despreciados.

Razas de gatos

Aquí te presentamos una lista, ordenada alfabéticamente, de las principales razas que existen de gatos.

A Abisinio Angora turco American curl. American Shorthair. American wirehair Azul ruso B Balines Bengalí Bobtail japonés Bombay Bosque de Noruega British Shorthair Burmese C California spangled Chartreux o Cartujo Cornish rex D Devon Rex E Exótico H Habana Himalayo J Javanés

K Korat M Maine coon Manx Mau egipcio N Nibelungo O Ocicat Oriental de pelo corto P Persa R Ragdoll S Scottish fold Selkirk rex Siamés Singapur Snowshoe Somalí Sphynx T Tiffanie Tonkinés V Van turco.

ANGORA TURCO

Su propio nombre nos indica si origen: Turquía. Y más concretamente de la capital turca, Angora, ciudad que actualmente se llama Ankara. El Angora fue la primera raza de gatos de pelo largo. Por ello esta raza ha sido muy utilizada para crear muchas de las diferentes razas de pelo largo que existen actualmente. Apreciamos la “sangre angor” especialmente en la raza persa.

Y ya que estamos, hablaremos primero del pelaje del Angora. Éste es largo, sedoso, muy suave y no presenta pelaje interno. No se llega a desarrollar del todo hasta que el gato no alcanza los dos años de edad. El mano del gato Angora está aceptado en todos los esquemas de color, excepto el siamés.

El gato Angora Turco es de tamaño mediano. Su cuerpo es atlético y musculado. Sus extremidades son largas y delgadas, ayudando a refrendar la sensación de esbeltez. Su cola, larga y gruesa, va estrechándose hacia la punta. Ésta presenta abundante pelaje (al igual que las orejas).

La raza Angora es una raza juguetona, llena de vitalidad y curiosa. Pero, aún con todo esto, son gatos relativamente tranquilos. Son muy cariñosos, sociables, necesitados de compañía y afecto. Y no soportan bien la soledad. Aunque mucho cuidado con sus caprichos, ya que su carácter fuerte le hace no aceptar demasiado bien las contrariedades.